Antirreseña #2: Respira de Abbi Glines

Siento haber tardado tanto en publicar normalmente en el blog, pero me emocioné tanto con mi libro que no leí nada últimamente. Y bueno, tampoco terminé este libro, pero no porque no quisiera, sino porque es tan, taaaaaan malo desde mi punto de vista, que no puedo seguir leyendo.

Respira de Abbi Glines

Se suponía que debía ser un trabajo de verano, no un amor veraniego. Una simple forma rápida para que la joven de diecisiete años, Sadie, gane algo de dinero con el que ayudar a su incapaz —y muy embarazada— madre. Sadie aprende de primera mano que trabajar como sirvienta doméstica es muy duro, especialmente si la casa pertenece a nada menos que Jax Stone, la estrella de rock adolescente más atractiva del mundo. Las órdenes que Sadie recibe son muy simples: no tienen que verla ni oírla. Pero ni siquiera Sadie puede volverse invisible cuando Jax Stone la ve vistiendo su uniforme de doncella.
Jax Stone puede tener a cualquier chica, pero una simple mirada a la suave y nerviosa sonrisa de Sadie bastará para que sea hombre muerto. Aunque siente una conexión instantánea con Sadie, Jax sabe que nunca saldrá bien. En la vorágine de su mundo, las relaciones no significan nada más allá de acabar con el corazón roto, y Sadie merece mucho más que eso. Mucho más. Jax tiene que luchar contra la atracción, manteniendo las distancias con Sadie y sus grandes ojos azules, su largo pelo rubio, sus bronceadas piernas…
Vaya, no se lo está poniendo nada fácil.

Para que un libro termine en esta sección tienen que pasar dos cosas. La primera es que me defraude mucho, como pasó con la primera antirreseña, y la segunda es que ni lo termine de lo malo que me parece.

En este caso, ha pasado la segunda. Pero no os penséis que lo dejé estando a la mitad, qué va. Si el libro tiene 300 páginas, yo lo abandoné a las 62. Y no suelo dejar, NUNCA, los libros a medias. Pero qué se le va a hacer. Es que no he podido tragármelo, lo siento.

En primer lugar, este libro me ha hecho, en tan solo 62 páginas, poner los ojos en blanco unas veinte veces. Trata de una chica que trabaja para el cantante de rock más famoso del mundo siendo su sirvienta en el verano. La chica piensa que es fea, pero es que se lo cree, en serio. Y en una escena en la que va a la playa con un compañero de trabajo y sus amigos, todos la silban y le dicen que se la comerían y ella en plan «¡Ay, no, que soy muy fea!». Asqueroso. Eso realmente me saca de mis casillas. Que hay chicas guapas que se pueden ver normalitas, pero según la describen ella es un bombón mejor que las supermodelos de Channel, no me jodas. Al menos un poquito guapa debía creerse, a menos que sea tonta, que por ahí me van los tiros, creo yo.

Solo leí hasta el acercamiento que tiene Jax, el cantante, hasta ella. Y bueno, ese insta-love que me pone los pelos de punto fue lo que decidió que no iba a seguir leyendo. Eso y que la protagonista me parecía tonta, su madre poco creíble, Jax un calentorro y Marcus, el compañero de trabajo, pues un bobo por gustarle esa mujer, que no he leído el final pero estoy 100% segura de que triángulo amoroso va a haber.

Si tengo que quedarme con algo de esta novela que a mí me pareció horrible, es quizás al jardinero que le duelen las rodillas. Cuando esta jovenzuela va a ayudarle, él se muestra reacio porque es muy orgulloso, pero al final se cogen cariño y empiezan a jugar al ajedrez. Este personaje no tiene ni diálogos y prácticamente en lo que leí no lo mencionan más que en un par de párrafos. Y me gustó él más que cualquier otro de la historia.

Imaginad.

Bueno, básicamente que no os recomiendo esta lectura para nada. Que solo perderéis el tiempo a menos que os gusten historias cursis y superficiales. Y bueno, de la típica chica-bombón que se cree fea, que «lo ha pasado mu mal, mu mal, mu mal en la vida» y que de buenas a primeras se moja las bragas por un tío cuando nunca se había acercado a otros.

—Me temo que a nuestro amigo aquí presente le gustas. Tendrás que ignorarle. Es un poco mujeriego.
Fruncí el ceño.
—¡Gustarle! ¿Con todas estas chicas super atractivas y mayores por aquí?
[...]
—Realmente lo piensas, ¿no?
—¿Pensar qué?
—Piensas que las otras chicas de aquí son más guapas que tú.
Me reí y me encogí de hombros.
—No estoy ciega, Marcus.
—O estás ciega o no tienes un espejo en casa. Sigue siendo tan dulce y ruborizándote y muy pronto tendrás a Preston cantando baladas en tu ventana. [...] Le encantan las piernas y tú tienes el mejor par que he visto en mucho tiempo.
[...]
—Eres un buen tipo, gracias por intentar hacerme sentir mejor.

Esa escena en la que Marcus intenta convencerla y ella es tan tonta... ugh. Me puso de los nervios.

Bueno, que me voy, ¡un saludo!